En el marco del I Congreso Internacional »Criminalidad Organizada Transnacional: una amenaza a la seguridad de los Estados Democráticos» en la Universidad de Salamanca (USAL), el magistrado ha destacado el «componente personal» de cada juez, fiscal, abogado o policía a la hora de afrontar estos casos «en condiciones tan desiguales» y con «falta de apoyo».
No obstante, Pablo Ruz ha insistido ante los presentes, en la Facultad de Derecho de la USAL, en la importancia de poner fin a una corrupción «sistémica» y que tiene «una preocupación alta en la sociedad».
Dentro de los problemas con los que se encuentran los profesionales, ha recordado que hay seis juzgados en la Audiencia Nacional para el análisis de «multitud de casos» y que «no hay mucho más efectivos en la Fiscalía Anticorrupción».
Por este motivo, ha puesto de relieve que «una especialización llevaría a mayores éxitos» y ha puesto como ejemplo la ley orgánica integral contra la violencia de género, que ha dotado de «cierta organización» y ha conseguido que «haya conocimientos privilegiados».
En esta línea, el magistrado ha señalado que «debería abrirse el debate» de especializar órganos a nivel autonómico o provincial, durante una conferencia en la que también ha incidido en «problemas en el proceso» como la «demora» en la fase de instrucción o de investigación.