Ya sólo quedan tres días para la final de Eurovisión y El Sueño de Morfeo ha llevado a cabo el segundo ensayo sobre el escenario. Raquel del Rosario eligió para la ocasión un vestido prácticamente igual al que vistió en el primer ensayo pero cambió el color amarillo por el blanco.
La cantante salió al escenario descalza, tal vez para estar completamente cómoda durante su actuación. En la escenografía no ha habido grandes cambios. Hay gaita al inicio y fuegos artificiales hacia la mitad de la canción. En un momento, Raquel se translada a la pastilla central del escenario y es ahí cuando caen del techo varios globos cuadrados a modo de lámpara y ella los hace »volar» para subir la música en el estribillo.
«Me he sentido muy cómoda», dijo Raquel al terminar el ensayo. «Ya no podemos esperar más a que llegue el sábado. Estamos con muchas ganas», dijeron. «En Malmö nos sentimos como en casa porque se parece mucho a Asturias. Hay mucha energía positiva por todas partes aquí», añadieron.
Los juegos de luces imitan a los del sol e iluminan todo el escenario con Raquel como centro de la escena.
A los que se ha visto más metidos en »Contigo hasta al final» ha sido a los compañeros de Raquel. Juan y David parecen haber ensayado las caras, como ellos mismos comentaron tras el primer ensayo y ya se les ve mucho más integrados, sonrientes y compenetrados entre ellos.
La canción termina con un »contigo hasta el final» prácticamente sola de Raquel del Rosario, que asusta un poco de cara a un posible desafine en la gala final de Eurovisión debido a la tensión.