El ex futbolista y hoy político brasileño Romario da Souza escribió el pasado lunes en su Twitter: “¿Ustedes sabían que Messi tiene síndrome de Asperger? Es una forma leve de autismo que le concede el don de la concentración por encima de todo y de todos”. Poco después, el brasileño continuaba: “Newton y Einstein también tenían cierto nivel de autismo. Espero que, como ellos, Messi se supere cada día y siga demostrándonos lo bello que es el fútbol”. Tal y como lo expresaba Romario, el Síndrome de Asperger se presentaba como una especie de gen de la excelencia compartido por figuras de toda índole: físicos como Newton y Einstein, músicos como Beethoven, cineastas como Tim Burton y Steven Spielberg o informáticos y empresarios como Bill Gates o Steve Jobs.
Pero, ¿es realmente Asperger una especie de síndrome de los genios? ¿Concede a los que lo padecen el don de la concentración? ¿Es cierto que todos los genios que a menudo se nombran, tienen o tuvieron el síndrome?
El síndrome de Asperger se considera un autismo leve, entre otras cosas porque no puede estar asociado a un retraso mental – si lo hubiera ya no sería Asperger – y porque el sujeto suele tener facilidad para el lenguaje oral, lo que no ocurre en otros autismos, donde a menudo se debe recurrir a los pictogramas y otras formas de comunicación. “El Asperger tiene siempre un cociente intelectual promedio – a veces superior a la media –y un lenguaje desarrollado, incluso sofisticado o extravagante, sin embargo puede presentar una gran variedad de síntomas. Hay casos muy clínicos, con conductas repetitivas, balanceos y un comportamiento que recuerda más al autismo clásico”, explica José Antonio Peral, psicólogo clínico y director técnico de Asperger España.
Con todo, es cierto que el Asperger se presenta a veces sin mostrar excesivos signos externos, de ahí que se conozca como el ‘síndrome invisible’. Además, muchos de los que lo padecen experimentan una mejora espectacular a lo largo de los años, para lo cual es muy importante el trabajo familiar. “Es cierto que con el tiempo algunas personas son capaces de llevar una vida más o menos normal, por ejemplo, en el terreno laboral, pero no tanto en el social. El Asperger tendrá siempre un déficit en el terreno social porque carece de empatía, no es capaz de entender las intenciones de la otra persona”, afirma el psicólogo.
Asperger y los famosos
Asperger España tiene como costumbre no admitir como Asperger a ninguno de los personajes históricos a los que se les atribuye el síndrome porque no existen “pruebas fehacientes” de que así sea. “Aunque haya indicios a través de conductas o patrones de comportamiento que acercan a algunas figuras históricas o personajes actuales muy conocidos al Asperger, mientras no tengamos certezas lo consideraremos mitos”, explica José Antonio Peral.
Otro mito habitual del Asperger que quizás lo sea menos es el de Silicon Valley. No existen datos que lo prueben pero sí se conocen casos y se estima que el porcentaje de Asperger en empresas tecnológicas es comparativamente alto. Esta hipótesis sí es admisible porque todo lo que está relacionado con lo digital, lo técnico, en definitiva, lo concreto, suele despertar el interés de los chicos con Asperger. “En las personas con Asperger – y también en otros tipos de autismo – la forma de procesar la información está centrada en los detalles, mientras que pierden mucha información general. Esto es justo lo contrario que en las personas ‘neurotípicas’, que basamos la comprensión en una visión general de las cosas. Las personas con autismo atomizan la realidad y prestan más atención a los detalles. Quizás por eso tienen dificultades para el pensamiento global y abstracto, pero son muy útiles para percibir lo singular”, explica Peral.
Los chicos y chicas con Asperger que pueda haber en Silicon Valley son sin duda trabajadores muy interesantes porque a su atracción por el detalle se suma lo que se llama ‘interés restringido’, que dirigen hacia un campo de conocimiento concreto y que muchas veces está enfocado hacia la tecnología. Cuando un Asperger trabaja en su campo de interés no se cansa, su concentración es absoluta, de ahí que puedan ser trabajadores inusualmente valiosos.
Tanto es así que la compañía alemana de software SAP está buscando a personas con autismo para trabajar como programadores y probadores de productos “aprovechando talentos que puedan ofrecer una cuidadosa atención al detalle y habilidad para solucionar problemas complejos”. Lo que la compañía busca son personas con síndrome de Asperger y autismo de alto rendimiento, que en general tienen en común un coeficiente intelectual alto y una capacidad de procesamiento del detalle poco común. Asperger España ya se ha puesto en contacto con ellos para presentar posibles candidatos. “Si tú a una persona con síndrome de Asperger le das una actividad muy clara, muy rutinaria y que esté bien secuenciada y si encima engancha un poco con su tema de interés vas a tener un trabajador entregado”, concluye el psicólogo.