El papa Francisco ha desbloqueado el proceso de beatificación del asesinado arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, que estaba estancado desde hacía años.
Monseñor Romero, muy popular en América Latina y llamado «la voz de los sin voces» por su consagración a los más desfavorecidos, fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por un comando de ultraderecha, al comienzo de la guerra civil en El Salvador.
El arzobispo italiano Vincenzo Paglia, presidente del Consejo Pontificio de la Familia, anunció el domingo la noticia en Molfetta, en la región de Apulia (sur): «La causa de la beatificación de monseñor Romero ha sido desbloqueada», dijo.
Desde 1996 la causa para canonizar a Romero se encuentra en Roma, y en 2006 la Congregación de la Doctrina de la Fe acordó iniciar el proceso de beatificación. El expediente se encuentra en la actualidad en manos de la Congregación para la causa de los Santos.
Por denunciar la injusticia social y la represión militar, Romero fue asesinado por un francotirador contratado por la ultraderecha al anochecer del 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba Misa en un hospital de enfermos de cáncer de San Salvador. Recibió un tiro a la altura del corazón poco antes de la Consagración.
Monseñor Romero se había alzado durante todo su ministerio contra las guerras, la pobreza y en favor de la paz y de la concordia. Tanto, que le valió una nominación al Premio Nobel de la Paz en 1979.
Con el crimen y el cierre de los espacios de participación política estalló la guerra civil que finalizó en 1992 tras la firma de acuerdos de paz entre el gobierno y la guerrilla.
La Fundación Monseñor Romero trabaja por que su legado no caiga en el olvido.