Azucena Paredes, de 29 años, vive con sus tres hijos de 1, 2 y 4 años, y con su madre y su abuela. Hace meses, fue deshauciada por «impago prolongado» del abono de las cuotas de una deuda contraída por su madre. Se vio en la calle, y su caso saltó a los medios de comunicación nacionales e internacionales. Tanto, que llegó a Noruega, donde una familia, los Larsen, se conmovió con su caso.
Así, y tal y como cuenta La Vanguardia, esta familia decidió ayudarla, y desde el pasado mes de diciembre le envía a Azucena, todos los meses y con la más absoluta puntualidad, 400 euros para que pueda dar de comer a sus hijos. Desde entonces, la joven no ha dejado de dar las gracias a esta familia que se ha convertido en su salvadora. Sólo los conoce vía email, pero su sueño es que, cuando la situación cambie, ella y sus hijos los puedan conocer en persona.