España se acerca al abismo, acosada en los mercados y despreciada en los medios de comunicación más influyentes que muestran una total desconfianza en nuestras posibilidades. La prima de riesgo se ha instalado por norma en torno a los 530 puntos, y ninguno de nuestros políticos parece ser capaz de parar una tormenta que no cesa. Un día Rajoy tiene que salir a la palestra pero los mercados no se calman, y al siguiente es el ministro de Economía el que lo intenta con parecidos resultados.
Todos los días España vive inmersa en el sobresalto. Bankia y su agujero ocultado, editoriales que ponen en solfa las ideas del Gobierno y presentan una Bruselas que busca soluciones para evitar un rescate que pondría a toda Europa en el desfiladero. Asi que el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha tenido que salir al paso una vez más y negar que el BCE haya frenado «ningún plan» sobre el rescate a Bankia, al asegurar que el Gobierno no ha presentado al organismo europeo nada al respecto.
El ministró, quien calificó el caso de Bankia de «especial y específico», respondió así a una pregunta de la portavoz económica del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñero, sobre la ayuda pública solicitada por Bankia, a quien espetó: «Hagan caso al Gobierno y no al »Financial Times» (el rotativo que ha publicado esa información)».
De Guindos además avanzó que el informe del FMI sobre el sector financiero español, que se conocerá a principios de junio, estima que el 70% de la banca soportaría «sin ningún tipo de problemas» situaciones de estrés en la economía, si bien matizó que el «problema» son las entidades con ayudas públicas, como Bankia.
«El problema es para las entidades con ayudas, y ahí se destaca el caso de Bankia», aseguró De Guindos en la sesión de control en el Congreso de los Diputados, para después justificar la «necesaria» intervención del Estado para rescatar a la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri.
Según detalló el ministro, el Estado tuvo que acudir al rescate de Bankia porque la auditora Deloitte no había firmado las cuentas de 2011 y su por entonces presidente Rodrigo Rato había presentado su dimisión.
De Guindos reafirmó que Bankia será un «banco público» y garantizó que el Estado recuperará «todo el capital invertido».
Por su parte, Rodríguez Piñero reprochó la incertidumbre del rescate de Bankia y lamentó la escalada de la prima de riesgo, y el titular de Economía recordó que ya se han inyectado 12.000 millones de euros en otras entidades que apenas representan el 7% del sector financiero español.
Por último, aseguró que «siempre» estará dispuesto a comparecer en el Congreso para analizar el caso de Bankia y la evolución en el saneamiento de la banca española. La prima de riesgo de España, que mide el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, ha superado los 530 puntos, un máximo de los últimos 20 años. La rentabilidad del bono español alcanzaba el 6,56 %, en tanto que la del bono germano se reducía al 1,34 %.
El sobrecoste que los inversores exigen por la compra de deuda soberana de otros países de la zona del euro también repuntaba, hasta 453 puntos básicos la de Italia y hasta 607 la de Irlanda. Por el contrario, la prima de riesgo de Portugal se reducía a 1.067 y la de Grecia a 2.841. El parqué madrileño abrió la sesión de hoy con una caída del 1,12%, lo que llevó al selectivo a situarse en los 6.181,6 enteros, con la prima de riesgo por encima de los 516 puntos básicos, un nuevo récord desde la introducción del euro.
Tras hundirse ayer a mínimos de 2003, con un descenso del 2,3%, el selectivo despertaba este miércoles con la mayor parte de los valores en »rojo».
Sin embargo la intervención del Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, abriendo la posibilidad de que la banca pueda acceder a los fondos de rescate europeo sin la mediación del Estado correspondiente, mitigaron brevemente la caída.
Con todo, al cierre de sesión la prima de riesgo ha cerrado en 539 puntos, 30 más que en la jornada anterior. El bono español a diez años se queda al filo de los 6,7%, otra línea roja, y el Ibex en 6.090 puntos.