Es la primera vez que una mujer en Alemania asume la cartera de Defensa. Un nuevo reto para Ursula von der Leyen, una de las figuras clave de la escena política alemana. En los sondeos, siempre ocupa el tercer puesto en popularidad tras la propia Canciller, Angela Merkel; y el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble. Frecuente los platós de televisión con asiduidad y se ha convertido en una figura ascendente en los últimos diez años. Pero Leyen, no es vista con buenos ojos por el ala más conservadora de su propio partido. Su defensa de la paridad en las cúpulas de las grandes empresas, por ejemplo, despertó más de una suspicacia entre los miembros del CDU.
Y es que Leyen es todo menos convencional. Ginecóloga de profesión, es madre de siete niños. Tiene fama de ser muy trabajadora y estar más que preparada. “Es temida y conocida como «Schleudersitz», algo así como “ejecutora”, por ser una persona influyente y que se carga políticos a su paso”, apunta el analista económico, Hugo Peterssen.
«Ha mostrado una gran disposición a escuchar a sus colaboradores y tomar siempre decisiones basadas en hechos», aclara Germán Luis Buceta, Presidente de Friends of Spain in Germany.
En el anterior gobierno, Leyen ocupó la cartera de Trabajo, pero ahora, ese puesto era reclamado por el SPD. Según la prensa alemana, en un primer momento, la Canciller pudo haberle ofrecido el ministerio de la Salud. Un puesto que la que ambiciona ser un día también, jefa de Gobierno, habría rechazado. Finalmente, la segunda oferta, la de Defensa, sí que fue aceptada por von der Leyen.
Su tarea no será sencilla. Las intervenciones del ejército alemán siempre son muy debatidas en el país. Leyen dirigirá 185.000 militares y 70.000 civiles y deberá llevar a un buen término una reforma histórica de las Fuerzas Armadas que pasa por su completa profesionalización.
“Desde ese punto de vista podrá aportar serenidad al debate”, afirma Ferrán Porta, Director del departamento de Economía y Empresas de la Universidad Pablo de Olavide.
«Ha anunciado que quiere aplicar medidas para mejorar la compaginación de la vida familiar y laboral dentro del ejercito alemán y dedicarse a buscar soluciones concretas para ayudar a los soldados destinados en misiones militares. Puede ser una digna sucesora de Merkel si consigue lidiar un ministerio tan difícil de manejar como este», valora Buceta.
En todo caso, seguirá siendo un puesto que le permita mantenerse en ‘primera línea de fuego’, ya sea para recibir críticas o para ‘brillar’ lo suficiente como para permitirle tomar el relevo de Merkel.